Boca cayó 1 a 0 ante Racing y quedó eliminado del Torneo Clausura en semifinales, en una noche cargada de tensión en La Bombonera. Las decisiones de Claudio Úbeda quedaron en el centro de la tormenta, especialmente por una modificación que descolocó al plantel, al público y hasta al propio capitán.

El cambio que desató el enojo

A los 71 minutos, Úbeda decidió reemplazar a Exequiel Zeballos, el jugador más desequilibrante del equipo, para darle ingreso a Alan Velasco, quien llevaba dos meses inactivo tras una distensión en el ligamento de la rodilla derecha y no jugaba desde principios de octubre.

La reacción fue inmediata: Leandro Paredes abrió los brazos pidiendo explicaciones, mostrando un fastidio evidente que también se reflejó en las tribunas, con más de 50 mil hinchas que no entendieron la decisión.

En el campo, el cambio no dio resultados. Velasco apenas sumó 18 toques, siete pérdidas, un solo quite, y no logró ni rematar al arco ni gambetear a un rival.

Justificación del DT y versiones cruzadas

Tras el partido, Úbeda explicó por qué sacó al Changuito:
“Vimos gestos de que estaba cansado y tomamos la decisión de sacarlo. Si miramos para atrás los tres partidos anteriores, también había salido en los últimos minutos e hizo un desgaste muy grande”.

Sin embargo, desde el entorno del futbolista desmintieron esa versión.
“No estaba cansado... Todo tocuen…”, aseguró Rorro Carballo, de la agencia que representa al delantero.
Un familiar también contradijo al entrenador: “Tenía para jugar dos partidos”, le dijo a TyC Sports.

El gol de Racing y más decisiones polémicas

Apenas cuatro minutos después del cambio, Racing abrió el marcador con un cabezazo de Adrián Martínez, quien cortó una sequía de casi mil minutos sin convertir.

Con el resultado en contra, Úbeda volvió a sorprender:

• No puso ni a Edinson Cavani ni a Kevin Zenón para buscar el empate.
• Realizó solo dos de los cinco cambios posibles, incluso estando abajo en el marcador.
• A minutos del final decidió ingresar a Rodrigo Battaglia por Milton Delgado.

El público no ocultó su fastidio: desde las tribunas bajaron reproches contra el entrenador.

Un cierre amargo para el año xeneize

La derrota cortó un tramo de esperanza para Boca, que venía de un cierre positivo con la llegada de Paredes, la clasificación a la Copa Libertadores —incluida una victoria en el Superclásico— y una racha de seis victorias consecutivas.

En contraste, la imagen que dejó el final fue pura frustración: Zeballos se retiró desconsolado, contenido por Edinson Cavani, mientras Duván Vergara se acercó para darle apoyo.

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