Cada 29 de julio, fieles de todo el mundo celebran el Día de Santa Marta de Betania, figura clave del cristianismo venerada por su espíritu servicial, generoso y por su cercanía con Jesús. Reconocida por la Iglesia Católica y la Iglesia Ortodoxa, Santa Marta es considerada la patrona del hogar, de las cocineras, amas de casa, hoteleros, lavanderas y de quienes brindan cuidado a otros desde lo cotidiano.

Santa Marta fue hermana de Lázaro y María de Betania, y según los Evangelios, su casa se convirtió en un refugio habitual para Jesús y sus apóstoles. Vivían en Betania, a solo tres kilómetros de Jerusalén, y desde allí tejieron un lazo de amistad y hospitalidad con el Mesías. Tras la muerte y posterior resurrección milagrosa de su hermano Lázaro, Marta asumió un rol central en su familia, lo que consolidó su imagen como símbolo del trabajo silencioso, la fe activa y la entrega desinteresada.

Una de las citas más recordadas sobre ella está en el Evangelio de Lucas (10, 41-42), cuando Jesús le dice:
“Marta, Marta, te preocupas y te agitas por muchas cosas; y hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola. María ha elegido la parte buena, que no le será quitada.”

Este pasaje refleja el equilibrio entre el hacer y el contemplar, y elevó a Marta como modelo de quienes cuidan el hogar con amor y responsabilidad.

Festejos en distintos rincones del mundo

Santa Marta es venerada especialmente en España, donde es patrona de localidades como Los Molares, La Algaba, Villajoyosa, Martos, Ortigueira y Santa Marta de los Barros. También cuenta con devoción en países como México, Colombia y Francia, y en Canadá existe desde 1894 una congregación religiosa fundada en su honor: las Hermanas de Santa Marta, en Antigonish.

Cada 29 de julio, los fieles le rezan a Santa Marta para pedir asistencia en causas difíciles o para protección del hogar y la familia. A continuación, compartimos una de las oraciones más tradicionales dedicadas a ella:

Oración a Santa Marta de Betania

Oh Santa Marta dichosa, que tantas veces tuviste el honor y la alegría de hospedar a Jesús en el seno de tu familia, de prestarle personalmente tus servicios domésticos (…) ruega por mí y por mi familia, para que en ella se conserve la paz y el mutuo amor...
(…) Así sea. Amén.

Sobre el autor

Roger Rotonda

rotondaroger@gmail.com