Una nueva edición del Prendete concluyó este viernes por la tarde en el Demo Day realizado en Posta Natural, consolidando diez años de un proyecto que, a pesar de las interrupciones por la pandemia, retomó su ritmo habitual. "Esta es la octava edición", explicó Diego Dalponte, destacando la madurez de una iniciativa que visibiliza proyectos de gran relevancia gestados no solo en Tandil.

El entusiasmo se palpa ante las crecientes capacidades para desarrollar empresas de impacto, una tendencia que, a juicio de Dalponte, quedó patente en los proyectos expuestos. En esta ocasión, se inscribieron más de cincuenta equipos en total. Tras un riguroso proceso de preselección, quince equipos avanzaron a la final en la categoría Silicon Valley y seis en la categoría Jump, todos ellos evaluados por un jurado de primer nivel.

La actividad transcurrida en el resort de Bulewski 2550 convocó a los representantes de los equipos finalistas, quienes expusieron ante el jurado el desarrollo de la empresa emergente. Tras más de tres horas de exposición, el jurado conformado por seis integrantes, entre ellos Rodrigo Rotonda, director de Grupo Rotonda, eligió un primer y segundo puesto en las categorías Jump y Silicon Valley.

Los proyectos presentados

La diversidad de los emprendimientos es uno de los sellos distintivos del Prendete. Se presentaron numerosas iniciativas en el ámbito de la biotecnología, muchas de ellas aplicadas a la salud, como la detección y tratamiento de enfermedades, combinando nanotecnología y biotecnología con el apoyo de instituciones sanitarias. Este es un campo emergente y de gran potencial.

También hubo proyectos vinculados al agro, enfocados no solo en la mejora de rindes, sino también en la reducción del impacto ambiental de los productos utilizados en los cultivos. Otras propuestas se orientaron a cuestiones comerciales, como la gestión de plantas productivas y plataformas de comercio electrónico, así como al impacto de las nuevas tecnologías en la salud y educación.

Dalponte enfatizó que el concurso no se limita a una disciplina específica, sino que su transversalidad abarca múltiples áreas. Esta variedad, si bien dificulta la tarea del jurado, es un reflejo de la amplitud del talento local y regional. 

El viaje a San Francisco, premio principal para la categoría homónima, se concibe como una experiencia de conocimiento y aprendizaje. La idea es que los emprendedores conozcan de primera mano el ecosistema, comprendan cómo crecen las empresas, se conforman equipos, se atraen inversiones y se desarrollan soluciones.

El subsecretario de Vinculación y Transferencia de la Unicen subrayó la importancia del acompañamiento de entidades como el Clúster Tecnológico y el sector privado, un aspecto fundamental para la continuidad y crecimiento del Prendete. Este concurso nació de un esfuerzo conjunto entre la exCepit, hoy Clúster Tecnológico, el Municipio y docentes de la Facultad de Ciencias Económicas, se ha enriquecido con el tiempo y sentó las bases para iniciativas más amplias como Flama.

Si bien en sus inicios el Municipio y la Universidad podían aportar reconocimientos económicos, Dalponte contó que en la actualidad los premios y la gestión son ciento por ciento financiados por organismos privados. No obstante, tanto la administración local como la casa de estudios continúan brindando el marco institucional y el “músculo” para su realización, consolidando así un trabajo sostenido en el tiempo.

Por último, destacó la imaginación y la forma de trabajar de los participantes. Los emprendimientos no solo buscan el desarrollo económico, sino que cada vez más incorporan una marcada sensibilidad social y de impacto en las personas. La creciente presencia de proyectos de triple impacto y la alineación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) demuestran una mentalidad que combina innovación tecnológica con un profundo compromiso social.

La premiación

Tras una extensa deliberación, el jurado eligió a los cuatro emprendimientos ganadores con una vara de dificultad impuesta por el buen nivel de proyectos presentados. 

Previo a la premiación, Rodrigo Rotonda reconoció: "Yo también estuve de ese lado, así que les quiero decir que esto es solamente un concurso, hay revancha. Hay que emprender, esto es laburo, laburo y en algún momento las cosas salen. Felicitaciones a todos por que los proyectos estuvieron muy interesantes".

En la categoría “Prendete Silicon Valley”, donde se otorgaron viajes a San Francisco para que dos emprendimientos completen una agenda de actividades y reuniones estratégicas, el proyecto elegido con el primer puesto fue Odycell. Mientras que en segundo lugar quedó Stirpiatac. Por su parte, en el “Prendete JUMP”, los ganadores de la asistencia técnica intensiva durante seis encuentros fueron Sentinel y Rifaditos.

Sobre el autor

Martín Rosito