Magdalena Gómez Di Nardo nació y creció en Tandil. Su historia, atravesada por el arte, los viajes, la búsqueda personal y la escritura, parece moverse siempre al ritmo de una motivación: la de no quedarse quieta. “Soy una persona muy curiosa”, expuso en diálogo con El Eco de Tandil desde un pueblo cerca de París donde está pasando una breve temporada, y basta escucharla unos minutos para entender que esa curiosidad fue el hilo conductor de su vida.

Hizo toda la escuela en el Colegio San José y en 2005 se mudó a Buenos Aires para estudiar Ciencias de la Comunicación en la UBA. “Ahí estuve estudiando la carrera mientras trabajaba también de otras cosas”, recordó. En paralelo, empezó a vincularse con el mundo cultural: “Trabajé en producción de radio, preparando columnas, operando un poco. Y más allá de la UBA, hacía cursos, como uno de Historia del Arte en el Museo de Bellas Artes o de dirección creativa”.

Su camino comenzó a inclinarse hacia lo artístico cuando una profesora le ofreció participar en la dirección de arte de una obra en ArteBA 2014. “Fue una gran experiencia, porque estaba empezando a ahondar en esos lados más artísticos que me llamaban la atención”, dice. Poco después, trabajó en Canal Encuentro en producción de guiones, una oportunidad que la marcó: “Aprendí mucho con esa materia, con un profesor que era muy crack en lo que hacía”.